Hace tiempo me encontraba teniendo relaciones con mi pareja y en algún momento, en medio del trance en el que estábamos, me llegó una sensación/pensamiento nuevo para mí. Al ser yo quien tenía el control de todos los movimientos mientras estaba arriba de él, de repente tuve la sensación de que era yo quien lo estaba penetrando a él… Esta idea me produjo muchísimo placer, al grado que esa noche recuerdo haber tenido un orgasmo súper intenso y duradero.
Poco después leí por ahí que esta fantasía de penetrar a tu pareja era algo recurrente en muchas mujeres y personas con vulva. Así fue que me enteré de la existencia del pegging.
¿Qué es el pegging?
El pegging es un concepto usado para describir una práctica sexual en la cual mujeres cis y personas con vulva utilizan un arnés con un dildo para penetrar a su pareja, generalmente personas con pene, de forma anal.
Aunque el uso de arneses es independiente de la identidad de género y orientación sexual de quienes lo practican, el término del pegging se popularizó para describir principalmente esta experiencia en relaciones heterosexuales, dando lugar a un montón de conversaciones sobre masculinidades, en las que el ano es ese lugar cuyo placer suele ser estigmatizado.
Por muchos años, la idea de que los hombres no podían ser penetrados o que su ano no se toca (porque homofobia), ha limitado mucho la exploración de su placer más allá del pene.
Si bien es cierto que seguimos viviendo en un contexto súper machista y homofóbico, cada vez se ha vuelto más común hablar sobre este tema y poco a poco es más común hablar sobre los beneficios de esta práctica.
Hay varias razones por las que el Pegging puede ser una experiencia súper placentera:
- El ano tiene muchas terminaciones nerviosas para el placer, sobre todo el de las personas con pene, pues a través de él se estimula la próstata (a esto le han llamado “punto P”.
- Fortalece el vínculo de confianza e intimidad que tiene la pareja, al salir de convencionalismos y romper tabués.
- Al usar un arnés, la fricción estimula el clítoris, órgano muuy importante para nuestro placer.
- La persona que recibe el sexo anal se permite sentirse más “sumisa” y quien lo da se siente más “dominante”, esto es la fantasía de muchxs. Además, está chido el poder explorar roles distintos en el sexo y no limitarnos a uno solo.
- Es una práctica tabú e ir en contra de las normas convencionales puede ser muy excitante.
¿Qué necesitas para iniciar en el Pegging?
- Un buen arnés. Los de dos correas tienen mucha mejor estabilidad que los de una correa, porque se sostienen de ambas piernas y eso evita que se desacomode.
- Un dildo de tamaño mediano y hecho de silicona, con cierta firmeza para facilitar su uso y que tenga una ligera curvatura para estimular la próstata. Los mejores son los que tienen ventosa porque pueden usarse también sin arnés, pegándolo en cualquier pared o superficie para usar en la masturbación. ¡La sensación en la regadera es top!
- Mucho lubricante. Hay que aplicarlo en abundancia, sin miedo al éxito, para facilitar el deslizamiento. Es preferible que sea a base de agua, como nuestro amado Lubricante For All Folks para que sea compatible con tu dildo de silicona.
Pegging: Paso por paso.
- Límites y consentimiento.
Antes de practicar Pegging platica con tu pareja sobre límites y expectativas. Hablen de lo que les llama la atención y discutan sus miedos e inseguridades, si es que los tienen. También pueden acordar usar la técnica del semáforo, donde verde es “adelante, sigue”, amarillo es “cuidado” y rojo es “detente”.
- Preparación previa.
Como cualquier práctica anal, siempre cabe la posibilidad de que haya algunos residuos. Si eso les preocupa a ti o a tu pareja, pueden tomar algunas medidas de precaución. Para mayor higiene, se recomienda que quien recibirá el Pegging se dé un baño justo antes o se haga un enema para limpiar. También ayuda mucho tener una dieta previa abundante en fibra.
- Ir de menos a más.
Pueden iniciar introduciendo primero los dedos o algún plug pequeño como Julie, para ir acostumbrando al ano a la penetración. Luego, coloca mucho lubricante en el dildo y empieza a hacer masajes circulares alrededor del ano con su punta.
No olviden jugar con besos y caricias para ir entrando en calor y relajarse. Empieza lento y ve introduciendo el dildo poco a poco, es muy probable que al principio los movimientos sean algo torpes en lo que la persona que está haciendo el Pegging encuentra la posición, la fuerza y el equilibrio adecuados. Recuerden aplicar constantemente el lubricante.
- Comunicación.
Durante el Pegging mantengan una comunicación abierta y honesta de lo que están sintiendo. Si eres quien recibe y sientes dolor o incomodidad: ¡Dilo en el momento! Y si eres quien da: Haz preguntas y sigue las instrucciones de tu pareja.
Una vez que hayan terminado hablen de lo que les gustó y lo que no para tomarlo en cuenta en el futuro. ¡Recuerden que todo es práctica y no todo sale bien a la primera!
¿Qué opinas, te gustaría explorarlo?
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