Existen muchísimos prejuicios y estigmas en torno al uso de lubricantes. La falsa creencia de que su uso es reflejo de que algo no está funcionando "adecuadamente” en nuestro cuerpo, ha provocado que muchas mujeres podamos llegar a sentir vergüenza por usarlos. Además, al no conocer sus beneficios y posibilidades de uso, quienes consideramos que “no lo necesitamos” nos cerramos a un mundo de posibilidades para disfrutar. Acá les compartimos 5 razones por las que todas deberíamos tener un lubricante en el cajón del buró.